El entorno laboral de hoy en día es complejo, por ello, el establecimiento de un protocolo de acoso laboral con el fin de mantener un entorno de trabajo seguro y respetuoso es crucial para el bienestar de los empleados y el éxito de cualquier empresa. No contar con uno puede exponer a la empresa a multas y sanciones. En este artículo encontrarás  una guía detallada para diseñar y aplicar un protocolo de acoso laboral que te permita cumplir con todas las exigencias legales.

¿Qué es un Protocolo contra el Acoso Laboral?

El protocolo de acoso laboral es una herramienta esencial que recoge medidas preventivas y de denuncia para evitar y erradicar situaciones de acoso en el entorno laboral, ya sea de índole moral, sexual, por razones de género, o cualquier otra forma de acoso. Es fundamental que este protocolo proteja a todos los miembros de la plantilla, independientemente de su posición contractual o la naturaleza de su trabajo.

¿Cuándo es Obligatorio?

La obligatoriedad de contar con un protocolo de acoso laboral está recogida en el Estatuto de los Trabajadores, donde se garantiza el derecho de los empleados a un entorno laboral libre de discriminación y acoso. Además, es independientemente al tamaño de la plantilla.

¿Cómo Diseñar un Protocolo de Acoso Laboral Obligatorio?

Para establecer un protocolo de acoso laboral obligatorio, se debe seguir un proceso que comienza con la negociación y acuerdo de una comisión encargada de su elaboración. Esta comisión tiene como objetivo crear un mecanismo integral y efectivo para abordar cualquier conducta que pueda constituir acoso en el lugar de trabajo.

El protocolo debe contener:

  • Medidas preventivas: Declaraciones de principios, definiciones y la identificación de comportamientos que podrían considerarse acoso.
  • Medidas proactivas: Procedimientos para manejar quejas o denuncias de manera efectiva, incluyendo medidas cautelares y correctivas.
  • Medidas reactivas: Acciones a tomar en respuesta al acoso, incluyendo un régimen disciplinario si es necesario.

Los pasos para diseñar este protocolo incluyen:

  1. Designar una comisión o persona responsable, que puede ser la misma encargada del Plan de Igualdad si la empresa lo requiere, o una persona designada específicamente. Esta persona se encargará de diseñar e implementar el protocolo, así como de gestionar las denuncias.
  2. Desarrollar el protocolo de acoso, asegurándose de incluir la información necesaria y tener en cuenta la normativa legal y los convenios colectivos aplicables.
  3. Establecer canales internos y procedimientos para la implementación del protocolo, como un sistema de denuncias interno gestionado por la comisión responsable.
  4. Comunicar estas medidas a toda la plantilla de manera clara y proactiva, demostrando el compromiso de la organización con la prevención y el abordaje del acoso laboral.

¿Quién Debe Elaborarlo?

Si bien no existe un cargo específico responsable de la elaboración del protocolo, suele recaer en personal del departamento de recursos humanos o prevención de riesgos laborales. Es recomendable que la comisión encargada incluya una adecuada representación de los intereses de los trabajadores, con requisitos específicos dependiendo del tamaño de la empresa.

Sanciones para las Empresas 

No disponer de un protocolo de acoso laboral puede acarrear importantes sanciones administrativas, que van desde multas económicas hasta la pérdida de beneficios derivados de programas de empleo. Además, la responsabilidad de la empresa frente a situaciones de acoso laboral puede incrementarse si no existen medidas efectivas contra el acoso ni canales de denuncia claros.

Si te sientes todavía no tienes un Protocolo de Acoso Laboral en tu empresa, Asesoría Sotos puede ayudarte a abordarlo. Nuestros servicios personalizados te proporcionarán las herramientas y el apoyo que necesitas.

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